Por defecto profesional procuro leer el metalenguaje de los mensajes. Por ejemplo uno contundente como: “humilde pero digno”. Estas fueron las palabras expresadas por el jefe de gobierno Mauricio Macri al visitar el Centro La Otra Base del Encuentro, para la atención de personas que padecen de adicciones, emplazado en el bajo Flores.
¿Por qué habrá dicho esto el jefe de gobierno? ¿Será que relaciona la indignidad con la humildad? ¿Será que quedó impactado por lo que vio y quiso justificarlo con esta afirmación? ¿O será un reconocimiento implícito del estado de desidia y abandono de ese lugar del cual deben responder los funcionarios públicos?
Estas reflexiones me surgieron después de visitar no solo este efector sino varios otros. Vale decir que no me dejo llevar por lo que dicen o por la prensa amarilla y oportunista, sino que junto a mi grupo de asesoras recorro los lugares y es desde allí que siento la autoridad para expresar lo que a continuación sigue.
Lugares en estado absoluto de abandono, casi en estado inhumano para los trabajadores y trabajadoras, por ejemplo el caso del CESAC 7 donde por la infraestructura del lugar, que, por cierto, jamás podría estar habilitado para que funcione un centro de salud, el personal administrativo debe permanecer con sus cabezas inclinadas cuando están parados ya que de lo contrario se las golpearían con el techo porque éste es inclinado y brutalmente bajo, oficinas sin luz y sin ventilación, cables sueltos por todo el CESAC, consultorios sin techos que por su particular construcción no permiten ninguna privacidad. Los residuos patológicos se encuentran en canastos bien a la mano de la gente sin ningún grado de asepsia. Y los ejemplos se multiplican…
Estas son algunas de las cosas que he encontrado por solo referirme simplemente a la infraestructura. En cuanto al funcionamiento, el personal reclama falta de insumos, medicamentos, equipamiento (por ejemplo un ecógrafo roto desde hace 2 años que nunca fue reparado). Hay un solo estetoscopio en todo el centro de salud que pasa de mano en mano de los profesionales como una papa caliente, ¿será que es muy caro comprar más? ¿O será, como dije antes, una cuestión de pura desidia y abandono?
No hay agujas (por lo que se tuvo que suspender la vacunación). No hay barbijos, eso sí, tienen que implementar un plan preventivo para la gripe A. No hay cubrecamillas. No hay ambulancia en el centro. ¿Será que en caso de urgencia llega rápidamente? El director del centro expresa que nunca tuvieron problemas en este sentido. En cambio los vecinos consultados dicen que en la mayoría de los casos cuando hubo una urgencia fueron ellos que tuvieron que trasladar a las personas que lo necesitaron.
¿Indigno? Sí todo lo que vi es indigno e increíble, en esta ciudad de presupuestos multimillonarios.
En cuanto a nuestra visita al Centro La Otra Base del Encuentro, no nos encontramos con algo tan distinto a lo anteriormente relatado, es un lugar absolutamente deteriorado, abandonado por las autoridades que con su ceguera y falta de interés, han dejado durante 6 meses un caño roto sin darle ninguna solución, lo cual produjo un deterioro total de los techos y la clausura de varios consultorios. Entre las situaciones casi increíbles que allí encontré es que los teléfonos no tienen salida a celulares. Qué raro que en la gestión PRO no sepan que la gran mayoría de las personas se manejan con celulares ¿o creerán que solo ellos los usan? ¿o quizás les satisface saber que son los trabajadores que terminan subsidiando al estado efectuando las llamadas urgentes desde sus celulares particulares? Otra situación increíble fue cuando pregunté cómo trasladan a los pacientes a los centros que se encuentran en provincia, se me contestó “en nuestros autos, porque el SAME no llega a provincia”. Me dio toda la sensación de estar viviendo en una pesadilla en la que un gobierno, en campaña, declama estar “todos contra el PACO” pero luego comprobando en el terreno cómo poco hace al respecto, a tal punto que después de un año y medio de administración recién ahora piensa implementar un plan piloto en la villa 21‐24 en respuesta, absolutamente parcial y acotada, a la medida judicial que obliga al gobierno porteño a garantizar el derecho universal a la salud de niñas, niños y adolescentes que padecen del consumo de pasta base.
Todo lo bueno, solidario, comprometido con la gente lo vi encarnado por el personal, el cual, claro no solo paga el celular, los viáticos, la arcilla, sino que además pone su cuerpo y el esfuerzo para estar allí, junto a los que padecen cuando el estado está peligrosamente ausente. Esto sí que es indigno.
Lic. Patricia Colace
Despacho Diputada Diana Maffía
Julio 2009
Julio 2009